[MUSIC] Los lenguajes animales han sido objeto de la investigación. Han sido objeto de la curiosidad de los investigadores interesados en las lenguas, en los lenguajes. Y se habla mucho de ello. Vale la pena hacer una breve mención sobre ellos. Por ejemplo, tenemos el lenguaje de las abejas, que es muy, muy famoso. Que consiste en que, estos animalitos, estos insectos. Fíjense, estamos hablando de insectos. Piensen en la escala de las especies. Las abejas realizan ciertos movimientos aéreos, en el aire, pues, para comunicar a las demás abejas, las obreras, creo que se llaman, dónde está el néctar, para sacar y después producir la miel. Y, en dónde está, qué cantidad. O sea, son varios mensajes, digamos, los que las abejas, con su danza, esos movimientos se les llama danza, comunican. Entonces, las demás abejas se enteran de por dónde está la fuente esa donde hay néctar, si hay mucho, si hay poco, distancia, ese tipo de cosas. Pero, fíjense cómo, aparte de esa información, no pueden aportar más las abejas. Es decir, es un número reducido de mensajes que pueden emitir, que están preparadas para expresarlos, para manifestarlos. Y las demás, todas, están preparadas para procesarlos, para entenderlos. Pero fíjense como, eso es algo instintivo, las abejas nacen con esa posibilidad, con esa habilidad, digamos, por llamarle así. Nacen así, es algo que está. Es un lenguaje, vamos a decir, es un sistema de comunicación que está estrechamente vinculado con el estímulo, con los estímulos, que es algo que no controla el cerebro. Se nace con eso. Hay muchos tipos de lenguajes que han sido muy estudiados, y que han aportado una gran e interesante información sobre cómo se comunican los animales. Pensemos en los animales domésticos, que se usan como mascotas muy comúnmente en nuestra sociedad. Los gatos y los perros, por ejemplo. Los gatos entre ellos, pues, sí producen ciertos maullidos [LAUGH]. Cuando están en celo, cuando nacen los gatitos, y [LAUGH] maúllan. La madre también emite algunos soniditos. Pero fíjense que, siempre, también, están vinculados a pleitos, al celo, a la alimentación. Vinculadísimos a los estímulos. Un gatito que nazca y que, por ejemplo, sea separado de inmediato de su madre y hermanitos, y se lleve a otro sitio, cosa que ha ocurrido, es muy común. Y que nunca haya visto un gato, de todas maneras, ese gatito va a maullar de la misma manera como lo hubiera hecho si hubiera crecido en una comunidad gatuna. Porque el lenguaje de los gatos es instintivo, se nace. Y, el número de mensajes que ellos comunican también está limitado, a pesar de que los amantes de los gatos describen muchos eventos simpáticos, interesantes, muy bonitos. En los que se habla de que los gatos se comunican con los humanos. Incluso, los gatos usan más su maullido para comunicarse con humanos, más que con sus congéneres. Entonces, hay gatos que, por ejemplo, se dice que saludan cuando pasa el dueño, el gatito que está por ahí, y que no es advertido por su dueño, él maúlla para que lo vean o algo así, o pide que lo bajen de algún lugar. Pero, son mensajes mínimos, que tienen que ver con eso. Por supuesto, piden comida [LAUGH], piden salir. Y, pueden ustedes hacer la lista, y de ahí no pasa. Y lo mismo ocurre con los perros. Lo mismo ocurre con los perros. Ellos nacen con ese lenguaje de ladrar, y tienen un número determinado, amplia gama si quieren, pero tiene cierto límite el sistema de comunicación de los perros. El lenguaje animal más estudiado, que ha llamado más la atención, es el de los monos, el de los chimpancés. Y no me refiero a los chillidos que ellos emiten para comunicarse entre ellos, advertirse peligro, 1.000 cosas. Bueno, no 1.000 [LAUGH], solo algunas cosas que tienen que ver con peligros, o sea, los instintos. Sobrevivencia, el celo sexual, la reproducción, los pleitos de territorio, y está muy, muy, muy restringido. Entonces. Los investigadores han tratado de enseñar sistemas lingüísticos, vamos a decir, parecidos a los que usamos los humanos, a los chimpancés. Claro, los chimpancés no tienen el aparato fonador, es decir, los órganos de articulación, de fonación, que nos permite producir los sonidos lingüísticos de las lenguas humanas, de todas las lenguas humanas. Los chimpancés no lo tienen, no tienen los mismos órganos que los humanos. Aunque se parezcan tanto a nosotros, pero sí hay diferencias. Y entonces, ellos, como no pueden producir nuestros sonidos, entonces, se les enseña a través de la computadora, por ejemplo, que opriman un botón ante cierto estímulo. Y bueno, es muy interesante que ellos son los animales que han logrado aprender más mensajes que el resto de los animales. Sin embargo, están muy, muy lejos de producir mensajes creativos, nuevos, es decir, mensajes que nunca hayan escuchado antes. Necesitan, los chimpancés, un entrenamiento para producir esos mensajes que generan. Pero no otros, no nuevos, no cosas, o ideas, o expresiones espontaneas, digamos. Diferentes, como los humanos, que sí es impresionante. Hay una, pues, gran, gran diferencia entre los lenguajes animales, que está muy vinculado, muy relacionado, muy determinado, digamos, por el instinto de ellos. En cambio, el lenguaje humano, al parecer, no tiene que ver, absolutamente, con el instinto. Si a un ser humano, por ejemplo, le ocurriera eso de que lo separan del resto de los animales, de sus padres, de su comunidad, digamos, y se le aísla. Cosa que ha, desgraciadamente, ocurrido, en los llamados niños salvajes, que han sido maltratados, aislados, encadenados, incluso. Y que ellos nunca escucharon hablar, nunca a ningún humano. Y entonces, estos niños salvajes, que fueron descubiertos you, pues, con cierta edad, a los 13 años o más grandes, en fin. Se ve que no aprendieron a hablar, a diferencia de los perros, de los gatos, de todos los animales. Que nacen con esa posibilidad, y reproducen lo que el perro o el gato de una casa, a lo de otra, los humanos no. Los humanos necesitamos el estímulo lingüístico de nuestra comunidad, de nuestra familia, de los demás humanos, de quien sea, para poder adquirir, aprender el lenguaje humano. El lenguaje de nuestra lengua materna. Así se le llama a la lengua que aprendemos en la primera infancia, y que vamos a pasar a definir. [MUSIC]