Hoy toca el turno, haré una breve reflexión sobre ellos, sobre los pronombres. Hablemos un poquito de pronombres, muy brevemente y solamente algunos detalles que son de interés de tipo práctico. ¿Qué nos interesa reflexionar sobre los pronombres? ¿Qué clase de palabras son? Si ustedes piensan en cualquier clase de pronombre, como los personales, los relativos, los interrogativos, los indefinidos, son grupos pequeños. Piensen en los personales: yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos, usted, ustedes. ¿Y estos? Fíjense que forman una clase cerrada. No es una clase léxica, a pesar de que sí cumplen las funciones de los sustantivos. Los pronombres son una clase cerrada. No tienen un significado independiente, autónomo. ¿Qué significa "yo", "tú", "nosotros"? Varía. Quien habla es el yo; el que escucha es el tú o usted o ustedes, etcétera. Por esa razón se ha dicho que los pronombres son deícticos porque son palabras señaladoras. "Él", "nosotros", "ustedes" son señaladoras. No dicen, no expresan, no mencionan el nombre de las entidades a las que se refieren. Si yo digo: "El perro que está ladrando", ese "que" es un pronombre relativo que se refiere que está en lugar del perro. "El perro que", o sea, el cual está ladrando. Fíjense que ese "que" es un pronombre relativo, se refiere a perro. Pero si digo: "La mesa que compré", "que ensucié", ese "que" es mesa; es decir, varía según el el contexto. Las palabras llamadas pronombres pueden estar en lugar de un nombre, pero no siempre. Los pronombres se caracterizan porque cumplen las funciones de los sustantivos. Pero son una clase heterogénea desde el punto de vista sintáctico, semántico, morfofonológico, porque podemos distinguir pronombres átonos, sin acento o pronombres tónicos, como "yo" o como "tú". Tónicos en el sentido de que tienen independencia fonética, incluso podemos con ellos responder ante una pregunta. Por ejemplo, si dicen: "¿Quién trajo el libro?". Podemos responder: "Yo". Pero hay otros que se llaman átonos, que no tienen esa independencia y que no pueden ser empleados solos. Por ejemplo, "¿Quién piensa ir al paseo?" Me. No se usan así, no se puede. "Me", el "te", la palabra "se", la palabra "le", "lo", "la", cuando son pronombres, este "lo", "la". Como "Lo vi", ese "lo" nunca puede aparecer solo, siempre está pegado al verbo. "Lo vi", "lo armé", "la cociné", cuando es objeto directo. Las palabras llamadas pronombres son una clase de palabras cerradas que cumplen las funciones de sustantivos. A veces estarán en lugar de ellos, no siempre. A veces presentan género, número, pero otras formas no. Piensen en el "que". "La mesa que ensucié", "el perro que ladró". Fíjense que el "que" no varía, no marca género, no marca el número, no presenta fenómenos de concordancia, de flexión. Vamos a ver solamente algunas cuestiones. No voy a decir nada sobre los pronombres personales, todo el mundo los usa, los sabe usar. En México el vosotros no se usa, pero lo conocemos. Sabemos que es propio del español peninsular, de España. Y el vos, como segunda persona, solo se usa en algunas regiones de México, como Chiapas y estas regiones del sureste mexicano. También se usa, aunque de otra forma, en Sudamérica, en Argentina, en Uruguay. En estos países es: "Vos llegaste", ese "vos" es como el "tú". "Vos sabés". Incluso el voseo provoca cambio en la forma verbal. "Vos sabés", en cambio, "tú sabes", son frases equivalentes. Los pronombres personales son esos. Los relativos sirven para introducir oraciones subordinadas. Son como nexos subordinantes también, como "el perro que adopté". Ese "que adopté" es una oración subordinada introducida por un "que". Quizás la forma pronominal más problemática, que si es de mucha relevancia, de mucho interés, es el uso de la forma "se". Incluso podríamos decir que no siempre es pronombre porque marca otras cosas. Voy a señalar algunas propiedades de este pronombre. Muchas veces es pronombre. Si decimos, por ejemplo: "Juan se lo dio", estamos pensando que Juan le dio el libro a María. "Juan se lo dio". Fíjense que ese "lo" es el libro, "Juan se lo", es el libro, y el "se" se refiere a María, referencialmente. "Se lo dio a María", incluso como enfático lo puedo repetir. Es objeto indirecto porque María y "se" representan la persona que recibe el libro. "Se lo di a María". Ese "se" es pronombre argumental, se refiere a alguien, es el objeto indirecto, es María y los hablantes lo sabemos. Ahí es pronombre. "Juan se lava", puede ser objeto directo. Ese "se" alude a la entidad que recibe el evento de lavar, "se lava". Porque si digo "se lava la cara", es otra cosa. Los casos que me interesa comentar aquí son otros. ¿Qué tipo de construcciones tenemos con el "se", que son muy comunes y que los hablantes tenemos dudas? Mucha gente tiene dudas sobre cómo usarlo. Vamos a revisar estos usos y y qué podemos reflexionar sobre ellos. ¿Cómo podemos hacer para dirimir qué uso estamos haciendo? ¿Cuál es lo correcto? Y, ¿a qué se debe? Sobre todo eso, ¿a qué se debe? Pasemos a verlo. Un uso muy frecuente es el que podríamos titular como la construcción "voz pasiva refleja". En este grupo podríamos incluir también la llamada "voz media". Me refiero a un uso que es de lo más común. Como muchos de ustedes saben, o todos ustedes saben, la voz pasiva, más conocida, curiosamente, pero menos usada, es la voz pasiva perifrástica. Cuando se dice, por ejemplo: "El presidente fue elegido por el pueblo". Perifrástica porque se usa una perífrasis, "fue elegido", y donde vemos que el que era objeto directo en la voz activa se convierte en sujeto. "El presidente fue elegido". Fíjense que es paciente. Pero resulta que en español contemporáneo la voz pasiva perifrástica se usa cada vez menos o, más bien dicho, tiene un uso restringido. Entonces, la forma que más usamos es la llamada voz pasiva refleja, que se construye precisamente con la forma "se". Es la más frecuente. Impresiona que no la conozcamos bien, que no estemos familiarizados teóricamente con ella. Cuando decimos: "Se venden libros usados", ¿qué entendemos? Que libros usados son vendidos. Es voz pasiva, no perifrástica, porque no hay perífrasis, pero es pasiva. Se le llama refleja. "Se venden periódicos viejos". Fíjense que el sujeto es "periódicos viejos" porque concuerda con el verbo, pero semánticamente es paciente.