Parece evidente que, en el tema del gran cambio que implica internet y el mundo digital, uno de los factores que cada vez está adquiriendo más peso son las perspectivas que se abren en relación a la gran cantidad de información que se va acumulando debido, tanto a las propias búsquedas de la gente en los buscadores como en la propia movilidad de la gente, simplemente, utilizando las aplicaciones que hay de mapas y de movilidad, simplemente, en las actividades de consumo. Es decir, la capacidad de almacenar datos que deriven de las actuaciones y de las actividades de la gente en su quehacer ordinario, que antes para poder determinar pautas de conducta y de actuación de las personas tenías que acudir, o bien, a encuestas o a elementos de carácter estadístico que no siempre estaban disponibles, ahora, con la capacidad de almacenamiento de datos y de uso de estos datos que nos dan las redes digitales, es evidente que se está abriendo un campo de análisis, de experimentación, de trabajo, de utilización enorme. Es evidente, por ejemplo, que algunas compañías de distribución de agua, o energéticas, están cambiando los contadores tradicionales, por ejemplo, por contadores digitales. Esto, aparentemente, es útil porque no necesitan llevar a alguien a inspeccionar y analizar los consumos de cada persona en ese sitio determinado y, por tanto, se ahorran, hay una elemento de eficiencia que es el ahorro que implica que no tengas que acudir a ese sitio. Pero, al margen de esto, yo creo que la gran importancia que tienen estos contadores digitales es que permiten saber, por ejemplo, para una compañía de aguas, de distribución de aguas, cuáles son los consumos de agua en toda la ciudad por ramas de actividad, por horarios de utilización del agua, por momentos del año. Y esto permite una planificación, tanto de la propia distribución del agua como de la venta de esos datos a posibles usuarios que quieran, por ejemplo, instalar una panadería. Si tú quieres instalar una panadería en Barcelona, probablemente, la Sociedad General de Aguas de Barcelona es la que tendrá más información sobre cuál es el mejor sitio para que tú vayas a situar tu panadería. ¿Por qué? Porque, a través del control que hagan de los contadores digitales, sabrán quién está en el fondo vendiendo más pan porque está utilizando más agua, y a qué horas lo hace, y qué días de la semana, etcétera, etcétera. Si tú utilizas el sistema de Deliveroo o de Glovo para comprar comida por las noches y que te la traigan a tu casa, aparentemente, las compañías que están utilizando, que están prestando este servicio, están, simplemente, moviendo comida del sitio que la producen al sitio que la consumen. Pero, la cantidad de datos que están acumulando sobre el tipo de comida que cada día en Barcelona se está pidiendo, seguramente, les hace los mejores proveedores de información para que alguien que quiera abrir un restaurante sepa si lo que se está llevando ahora es el tártaro de salmón, el ceviche o la pizza cuatro quesos. Porque el nivel de información al día, al momento, en el segundo en que se está produciendo, la están teniendo ellos más que otros ámbitos. Lo mismo ocurriría con la cantidad de datos que nosotros, simplemente, moviéndonos con nuestro smartphone, estamos generando. El otro día estuve de visita en París, por la noche estuve mirando los kilómetros que yo había caminado, porque mi smartphone me dice los kilómetros que yo he estado andando. Esto puede permitir, por ejemplo, que haya estudios que relacionen la movilidad de las personas con la salud de esas personas. Se habla mucho de los efectos terapéuticos que tiene andar, se utilizan bases de datos de carácter estadístico y estudios que son de un altísimo coste en muchos casos. Realmente, la utilización de esta información acumulada por parte de las compañías de telefonía, tendría una utilización clara en el ámbito de la salud. Es decir, yo creo que estamos, simplemente, en los inicios de lo que puede ser una revolución o, de lo que es, ya una revolución de carácter productivo, laboral, social que tiene, evidentemente, aspectos que pueden ser muy positivos y aspectos que no lo pueden ser tanto. Conviene estudiar y trabajar muy a fondo estos temas y es muy importante que haya especialistas en este campo, que no solamente se dediquen a ver las utilidades que tiene el "big data", sino también, sean conscientes de los riesgos que tiene la utilización del "big data". ¿Cuáles serían estos riesgos? Por ejemplo, normalmente, los motores de búsqueda que son una fuente de información muy importante para la construcción de "big data", utilizan algoritmos. La construcción de algoritmos no es algo que nos pueda parecer de carácter técnico. Yo, como especialista en ciencia política, diría que deberíamos politizar los algoritmos. ¿Qué quiere decir politizar los algoritmos? No quiere decir si eres conservador, socialista o liberal sino, politizar quiere decir discutir quién gana y quién pierde con una definición de algoritmo determinada. Por ejemplo, podemos intentar analizar a la hora de seleccionar personal, cuáles son los antecedentes de una gran cantidad de personas que han pedido el acceso a un puesto de trabajo determinado. Y tú quieres utilizar "big data" para tener elementos de referencia de esta gran cantidad de personas desde el punto de vista de, no solamente de sus habilidades, conocimientos, niveles educativos sino, también, de su grado de fiabilidad social como personas. Imaginémonos que tú has construido un algoritmo en el que una persona, por el hecho de que tuviera alguno de su familia un antecedente de carácter penal, su padre o su abuelo, en el algoritmo tú has introducido esto como un factor de inseguridad de esa persona, o que el hecho de que viva en un barrio donde el índice de criminalidad es mucho más alto que el de al lado, lo incorporas como un factor de riesgo de esa persona. Tú, en esa construcción de algoritmo que, aparentemente, la has hecho de manera técnica, estás determinando la vida de muchísimas personas que, por el hecho de que tuvieran algún familiar que tuviera algún tipo de desliz, o por vivir en un determinado barrio, esto lo va a condicionar en el futuro. Por lo tanto, no estamos hablando de una construcción técnica de algoritmos, estamos teniendo que analizar, también, los elementos de carácter ético y de carácter político que tiene la definición que haga sobre estas cuestiones. Lo mismo que decía antes de los temas de salud y el caminar y el uso de los smartphone, lo podríamos utilizar de manera, también, contradictoria. Podríamos decir, muy bien, imaginémonos que un sistema público de salud, que está ocurriendo ya en algunos países, informe a la persona que tiene un alto índice de colesterol y un alto nivel de presión sanguínea, que su frecuentación al sistema público de salud vendrá determinado porque cumpla el contrato que implica que lo que le diga el médico que haga, realmente, luego, lo haga. Porque si no, lo tendrán que sacar del sistema público de salud porque está gastando un dinero porque no cumplen las funciones. Imaginemos que usemos el "big data" para saber si esta persona, la semana pasada, se comió un plato de manos de cerdo o unos cuantos "donuts" o se comió no sé cuántas hamburguesas y, por lo tanto, le digais, "usted me está incumpliendo el contrato y, por lo tanto le vamos a tener que echar del sistema público de salud". Esa persona, a lo mejor, puede decir, "pero, ¿usted sabe doctor que cuesta mucho más barato comprar este tipo de comida que la comida ecológica?, por lo tanto, usted me está responsabilizando a mí de funciones que son de carácter redistributivo y público". Es decir, yo soy totalmente favorable al uso del "big data" y al trabajo sobre el "big data", desde muchos puntos de vista, creo que es que es una revolución que puede ser muy positiva para el campo de las políticas públicas y para la solución de grandes problemas colectivos. Pero, también, me preocupa la capacidad de control que ese uso indiscriminado y no crítico del "big data" puede llevar a tener. Por lo tanto, yo creo que hay un gran campo de trabajo en el tema del "big data" para todo tipo de especialistas, para personas que trabajan en el campo más tecnológico, para aquellos que trabajan en el campo de la estadística, para los que trabajan en los factores éticos y sociales que tiene el uso del "big data", para aquellos que quieran digamos utilizar el "big data" para transformar y mejorar la calidad de vida de las personas. Y para ello, hemos de, como decía hace un rato, politizar el debate, es decir, en el sentido de no pensar que estamos, simplemente, aplicando una lógica de carácter técnico a un tema que tiene importantísimos condicionantes y efectos, también, en el ámbito social y en el ámbito político. Ahora, por ejemplo, hay un debate importantísimo en todas las ciudades más avanzadas en el mundo sobre los temas de movilidad. Un político que quiera trabajar sobre los temas de movilidad en la ciudad, deberá preocuparse por qué tipo de medio de transporte utiliza esa persona. Deberá preocuparse por las horas y la frecuencia de uso, por el nivel de densidad de tráfico, por los efectos que ese tráfico tiene en la salud. Es decir, hay una gran cantidad de componentes del factor de movilidad que tiene derivadas en muchos campos. ¿Quién tiene más información hoy sobre el nivel de movilidad en las ciudades, las compañías de transporte público o Google Maps y Waze? Seguramente, Google Maps y Waze porque tienen control constante, a través del sistema de análisis de GPS, de la movilidad de las personas. Es una frase que se dice muchas veces cuando tú utilizas Google Maps, estás utilizando un instrumento gratuito, esto quiere decir que tú eres la mercancía. En el caso de que tú eres la mercancía, ¿por qué?, porque estás incorporando información que alguien puede utilizarla. Yo, realmente, si fuera responsable de política de movilidad en Barcelona, me preocuparía de hacer un cierto pacto con Waze y con Google Maps para saber qué está pasando realmente en la ciudad. Y, por lo tanto, me preocuparía de ese concepto, que en política empezará a ser importante, que es el de soberanía tecnológica, es decir, quién controla los datos. Si, ahora, en Barcelona, dentro de pocos meses tendremos una "T" movilidad que permitirá utilizar con la misma tarjeta el "bicing", el autobús, el tren y el metro, esta "T" movilidad da una información constante de cada persona porque, luego, le preguntarán a esta persona cuando compre la "T" movilidad, le preguntarás su edad, su género y dónde vive. Con esos tres datos, imagínate la cantidad de cruces que podrás hacer con esa información para saber qué está pasando en la movilidad de la ciudad. La importancia es clave. ¿Qué es importante desde el punto de vista político? Utilizar ese "big data" y ser capaz de controlar los datos que esa tarjeta tiene, no cediéndola sin más a los operadores de esa tarjeta, etcétera. Y, en esto, podríamos irnos extendiendo. Es decir que yo creo que, desde un punto de vista político, las capacidades que tiene el "big data" son, también, muy significativas y, evidentemente, también la importancia que tiene el control de esos datos.